Desde Menéame Comunicacions SL expresamos con énfasis que la presunta imputación judicial de nuestros socios, en una querella, es fruto de su defensa de la libertad de expresión. Subrayamos que no dejaremos de defenderla, aunque para conseguirlo tengamos que soportar la persecución legal a la que estamos sometidos desde hace un año; la pérdida de tiempo y dinero que supone.
En Menéame creemos que es necesario establecer condiciones razonables de uso para cualquier bien de uso comunitario, y ésto incluye nuestro lugar. Deben ser reglas de juego respetuosas con la legalidad vigente y los principios éticos fundamentales. El objetivo es evitar el acoso por motivos ideológicos; detectar las persecuciones personales; facilitar recursos para la resistencia contra el engaño, la manipulación y la propaganda; poner en manos de los usuarios herramientas para que puedan defenderse, siempre respetando la ley.
Todas estas medidas giran alrededor de un objetivo central: garantizar la libertad de expresión. Creemos que sólo las personas que no se sientan acosadas ni perseguidas podrán disfrutar de su derecho fundamental a la libertad de expresión. Menéame debe ser un lugar donde ejercerla con el máximo de garantías.
Es un ejercicio legítimo de defensa explicarlo cuando vemos que alguien intenta boicotear y extinguir las conversaciones de la comunidad mediante acoso, manipulación y persecución. Debe hacerse dentro la legalidad, y estamos convencidos que en Menéame siempre se hizo así. Lo hemos hecho en el caso que nos ocupa.
Siete años atrás (entre noviembre de 2005 y abril de 2006) contuvimos las prácticas de un usuario de Menéame contra las condiciones de uso y convivencia descritas. Su motivación giraba alrededor de su lucha personal –y encendida– contra la ideología del movimiento copyleft. Al mismo tiempo, usuarios molestos y ofendidos de Menéame previnieron a la comunidad para evitar que nadie más cayese en sus manipulaciones. A partir de la primavera de 2013, aquellos hechos han sido motivo de amenazas de querella, una denuncia contra la Agencia de Protección de datos y un juicio de rectificación a Menéame.
Mientras hacíamos pública la persecución legal (sic) a la que se nos sometía, hemos ganado el juicio, la Agencia de Protección de datos rechazó su denuncia y la Audiencia Provincial desestimó en julio su petición de querella. Pero, a pesar de todas estas negativas, el demandante ha escrito que no se detendrá:
«He hecho votos de que perseguiré legalmente a esta ralea con todas las acciones que el Derecho me permita, hasta que aborrezcan mi nombre.»
En efecto, no se ha detenido: El último episodio de esta persecución (sic) es una citación en los juzgados de Barcelona, para el 19 de mayo. Incluye una petición de 15.000 Eur para Menéame y la prisión preventiva para dos usuarios, además del Benjamí Villoslada –CEO de la empresa.
Este comunicado tiene el propósito de ofrecer una primera explicación de la presunta imputación de los socios de Menéame Comunicacions SL. Asimismo, aprovechamos la ocasión para reiterar nuestro empeño en defender la libertad de expresión. También manifestamos nuestra perplejidad ante las oportunidades que ofrece el Derecho a individuos que hacen un voto de persecución legal (sic) a quien 1) pone trabas a sus prácticas contra la convivencia por motivos ideológicos y 2) explica su persecución manifiesta.
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Imagen: Wikipedia.