Acaba de publicarse un análisis muy interesante sobre cómo funciona la dinámica de los votos en los envíos y el papel que juegan los apoyos tempranos. La hipótesis que plantea es que hay un «núcleo duro» de usuarios cuyos votos llegan rápido, con karma alto y una cobertura muy amplia sobre determinados remitentes y que esa combinación explica buena parte de qué historias acaban llegando a portada. Intuitivamente yo diría que no es así pero me estimula a estudiarlo.

Y, en cualquier caso, si la hipótesis fuera acertada no tiene por qué ser malo, forma parte de la propia vida de la comunidad. Pero también es cierto que introduce inercias: unos pocos usuarios condicionan demasiado la fase inicial y dejan menos espacio a que otros contenidos se midan en igualdad de condiciones.

Creo que ha llegado el momento de tocar el algoritmo que calcula el karma y experimentar. La idea no es penalizar a nadie ni señalar comportamientos, sino probar ajustes sencillos que favorezcan la diversidad y permitan que más envíos tengan una oportunidad real de ser evaluados por la comunidad.

Las pruebas pueden consistir en cosas simples: limitar cuánto peso puede acumular una historia en los primeros minutos, dar más importancia al número de votantes distintos, o pedir cierta confirmación tardía antes de llegar a portada. Todo esto son ejemplos, pero lo importante es abrir la puerta a que probemos, midamos y discutamos juntos cuál es el mejor camino.

Menéame siempre ha sido un laboratorio vivo de participación y merece que sigamos explorando cómo mantenerlo justo, abierto y dinámico. Por eso lanzaremos en breve experimentos sobre el cálculo de karma, con la idea de compartir los resultados y recoger el feedback de la comunidad.