La semana pasada estuve hablando con un periodista de El Confidencial acerca de cómo los algoritmos modifican la parte de Internet que vemos. El artículo venía al hilo del hecho de que cuando buscas muchas localizaciones en Instagram, el algoritmo te devuelve una colección de culos que ya quisiera para sí un catálogo de lencería, ya busques una piscina o un pueblo en mitad de la meseta castellana.

Has buscado Hellín pero solo ves bañadores

Analizando a fondo este fenómeno, hay quien apunta a que el algoritmo de Instagram muestra lo más votado o las publicaciones con más interacciones de manera preferente intentando que el usuario pase más tiempo en sus dominios. Como responsables de Menéame, queremos ir un poco más allá porque ya sabemos que lo más votado no siempre es lo más relevante o lo que se ajusta más a lo que está sucediendo en la realidad.

En el caso de Instagram, además, tiene una implicación ética porque las fotos de gente en paños menores no tienen el mismo tipo de reacción por parte del usuario que si nos encontráramos con imágenes de gatos. ¿Hasta qué punto el gusto individual modela lo que vemos en Internet?

En ocasiones, tres gatitos valen más que mil palabras

En el caso de las noticias, a veces nos resulta complicado darnos cuenta de que estamos en una cámara de eco que repite una y otra vez el mismo tipo de información, que nos dejemos llevar por un sesgo de confirmación o que solo repasemos lo más leído y pensemos que hemos aprehendido todo lo que está sucediendo en el mundo.

Podemos achacar esta situación a dos realidades:

  1. La excusa de «es que es el algoritmo es lo más votado» es muy 2010. Es como decir que la mortalidad infantil la trae el cielo en la Edad Media. Es decir, si no intervenimos, lo «natural» es que el devenir discurra de una manera virtuosa. Como decía Julio Basulto citando a Grande Covián: «no hay nada más natural que la bacteria del cólera y nada más artificial que el cloro en el agua», y aún así evitamos morir de forma random. Nosotros apoyamos la responsabilidad de las plataformas, aunque no necesariamente tenga que ser una responsabilidad legal en todos los casos. Porque aquí entra la dificultad de saber dónde está el límite entre lo que tienes que cambiar para que el usuario encuentre útil tu página y lo que no. Un «culogate» parece un caso claro de entorpecimiento para el usuario, pero existe una gama de grises en cuanto a problemas con las plataformas que van desde este más polémico al que hemos mencionado hipotéticamente con los gatos.
  2. A nivel individual, también tenemos responsabilidad cuando vemos el resultado de un algoritmo, sea IA o no. ¿Por qué me recomienda esto? ¿Cómo ha llegado a esta conclusión? Ya sea distinguir un resultado pagado de uno orgánico, o entender qué ha llevado al orgánico a estar ahí. Y no solo cuando hay maldad, también cosas neutras. Ejemplo, en IMDB veo pelis sobre patinaje o montañismo o algún tema muy concreto que tienen un 9. Si la veo, me decepciona. ¿Por qué? Porque quien la ha visto inicialmente es porque le flipa el patinaje. Entonces se identifica, y le pone un 9. A quien no le gusta el patinaje posiblemente no la vea. Los votos no son representativos de toda la comunidad sino solamente de aquella parte de la comunidad que lo ha votado. 

Cómo trabajamos con los votos en Menéame

¿Hay en Internet algo mejor que los gifs de gatos?

En esa línea, en Menéame trabajamos en dos áreas, apoyándonos en el legado de Ricardo: 

1) Representatividad de usuarios. Aunque una noticia la vote muchos usuarios, ¿son representativos del total de la comunidad o es un grupo que siempre vota el mismo tipo de noticias? Es decir, son los «fans del patinaje» que siempre votan positivo cuando hay una de patinaje, o esta noticia de patinaje la ha votado mucha gente que nunca vota patinaje? (Sustituyendo patinaje por ideología u obsesión política).

2) Diversidad temática. ¿Queremos que una portada que leemos sea únicamente lo que tiene más enganche o sea más visceral? Posiblemente no queremos solo política, queremos dar pie a Ocio, Cultura, Tecnología y en ocasiones temas no mayoritarios como los representados por las distintas comunidades que queremos dar más relevancia. El algoritmo actual tiene en cuenta las noticias publicadas en las últimas 24 horas. Si una gran parte son de actualidad, la siguiente que salga a portada el promote penalizará ligeramente las de actualidad y dará más peso relativo a ocio, cultura y tecnología.