El verano tuesta los campos. El otoño, con la ayuda del inefable invierno, tiñe de ocres nuestro paisaje. En menéame, siempre sensibles a los impulsos de la naturaleza, pretendíamos evocar, mediante una modesta pero a la vez sencilla paleta de colores, ese elenco de contrastes que impregnan nuestro quehacer cotidiano. Pero los tiempos cambian. Ahora queremos recordaros que la primavera siempre llega tras el presuntamente largo invierno. Vigilantes atentos de la evolución vital de las estaciones, en menéame queremos ser los primeros en anunciaros que pronto estará aquí la exuberancia. Sí, deciros que esa tan cacareada y a la vez procelosa crisis terminará. Una primavera luminosa dará lugar a una explosión de naturaleza exultante que nos recordará, una vez más, que la vida está pidiéndonos paso. El devenir de las estaciones nos impulsa a también cambiar nuestros colores. Esta –que es vuestra– nueva paleta luminosa, está dedicada al astro Rey, el Sol, que nos anuncia nuevos tiempos. Unos tiempos que podréis vivir en menéame, porque ya es primavera en nuestro web.
(que sí, ya intentaremos no mezclar más medicamentos)